viernes, 1 de junio de 2018

Joan Margarit (1938 )

Ella



Es tiempo ya de no esperar a nadie.
Pasa el amor, fugaz y silencioso
como en la lejanía un tren nocturno.
No queda nadie, es hora de volver
al desolado reino del absurdo,
a sentirse culpable, al vulgar miedo
de perder lo que estaba ya perdido.
A la inútil y sórdida moral.
Es hora ya de darse por vencido
en el trabajo, a solas, otro invierno.
¿Cuántos quedan aún, y qué sentido
tiene esta vida donde te he buscado,
si ya llegó la hora tan temida
de comprobar que nunca has existido.


Helena



El ayer es tu infierno, es cada instante
en el que, sin saberlo, te has perdido
y cada instante en el que te has salvado.
Cuando el joven que fuiste está muy lejos,
amar es la venganza del pasado.
Viene desde una guerra donde fuiste vencido,
de armas y campamentos que un día abandonaste
en la Troya que llevas en ti mismo.
Te buscarán de noche los aqueos
y estrecharán el cerco. Volverás,
por alguna mujer, a perder la ciudad.
Helena es estos sueños
de los cuales la vida fue apropiándose.
Defiéndela otra vez: será la última.

Y hazlo con valentía, desarmado.


("apología de la luz")

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