De niños no existe
pero nos ve,
de jóvenes se esconde y nos vigila
y en la vejez al evitarla
nos acecha.
A tu lado, bajando hacia el mar,
camino por la cuerda floja de la sombra
y olvidando que aquí murió mi padre,
rozo tu mirada con la mía
que se llena de agua.
Rescoldo
Con rapidez, al levantarse,
arropaba la cama
para que no muriera
la presencia del cuerpo
que le abrasó en la noche.
Vejez
Seguro de su inmortalidad,
diestro en el manejo de la noche,
se entregaba a otros cuerpos
que le iban tirando de la piel.
Aquel verano que no volvió a la playa
supo que estaba equivocado.
No pudo detener el deterioro.
("educación nocturna", madrid, 2017)
Muchas gracias por la selección. Un abrazo.
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