miércoles, 30 de agosto de 2017

Billy Collins (1941 )

 Sin aliento



A algunos les gusta la montaña, a algunos la playa,

dice a cámara Jean-Paul Belmondo

en la escena inicial.


A algunos les gusta dormir bocarriba,

a algunos bocabajo,

pienso en mi cama:


algunos se acomodan como víctimas de homicidio

y yacen de espaldas la noche entera,

algunos flotan con el rostro hundido en el agua oscura.


Y están aquellos que como yo

prefieren dormir de lado,

las rodillas contra el pecho,


la cabeza apoyada en la curva de un brazo

y un suave puño rozando la barbilla,

justo el modo como quiero que me entierren:


hecho un ovillo en el ataúd,

vistiendo una fresca pijama de algodón,

una almohada bajo mi cráneo pesado.


Al cabo de una vida de alerta

y vigilancia nerviosa

estaré más que listo para dormir,


así que olviden el traje negro,

la absurda corbata

y las manos flojas y pálidas sobre el pecho.


Bájenme a mi letargo,

enroscado sobre mí mismo

como el feto más antiguo del mundo,


y mientras las vacas ven por encima del muro

del cementerio déjenme reposar aquí,

en mi pequeño dormitorio de tierra,


con las pestañas cubiertas de hielo

y las raíces de los árboles cada vez más cerca,

sin ningún sueño que vuelva a perturbarme.


("confabulario", versión mauricio montiel figueiras)

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