Leo poemas
Leo poemas al azar,
leo casi sin pensar en lo que leo.
Cuando me encuentro un verso triste,
siento en el alma como una caricia.
No es que me alivie la tristeza ajena;
es que me siento menos solo.
Algunas tardes
Una tristeza insólita
me invade algunas tardes.
La de hoy es una de ellas.
En el sombrío cuarto de estar
triste,
permanezco a la espera
de que la luna certifique la defunción del día.
Este es por fin el cuarto
menguante de una luna llena
de macilenta luz
que me confirma lo que yo esperaba:
el día
que tanto me dolía ya se ha muerto.
Y la noche es el sueño: al fin, la nada.
("escomberoides")
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