lunes, 28 de diciembre de 2015

Boris Pasternak (1890/1960 )

Después de la lluvia


Se apiña el follaje en la espesura,
Desde el camino el cielo se ve claro.
Silencio. ¡Como la vez primera!
La conversación es ahora por las buenas.

Al principio todo urgía, la brisa
Saltó la valla para destronar los árboles
El parque por el chubasco pisoteado
Y luego corrió del desván a la terraza.

Pon toda la atención al bosque denso,
A las venas que brotan en el álamo,
Como al aire del huerto, y a la infusión de soda.
Y al árbol amargo y a su espuma.

De los balcones de vidrio, de las espaldas
De las bañistas heladas, la transpiración brota.
La parcela fría centellea fresas
Y se extiende el granizo como si fuera sal.

El rayo de luz al caer se mete
En la ortiga, pero por muy poco tiempo,
Y el corto instante, como del carbón un trozo,
Se calienta en los árboles y crea el arco iris.

                                                                 1915, 1928


("el instante maravilloso, poesía rusa del siglo xx", ed. unam, méxico, 2004, trad. jorge bustamante garcía.)

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