Los colgados
I
no hablo por los caídos
ni por aquellos que pueblan
bosques, sino por mí
no hablo en nombre de nadie
ni de mí, sino que callo
por no salirme de tono
no pienso medirme ni fajarme
con ningún peso Welter,
hablo por mis dientes y muelas
entre caries abscesos de pus
y encías sangrantes templo
tinta lápices y tinteros
depuro la voz, afino instrumentos
concuerdo con diapasones en torsos
gargantas y fuelles
no escribo por los degollados
ni los colgados ni los muertos
ni los vivos ni los yertos.
Nada como leer tu poesía, Uriel.
ResponderEliminar