viernes, 13 de marzo de 2015

Agustín de Foxá (1906/1959 )

Poema del tedio del mundo actual



Pronto no habrá ni una ciudad Sagrada.
Ni un oasis imprevisto,
con uvas y sandías
para la sed; ni una sola isla
con espumas y sangre,
de focas y gaviotas
para un náufrago…
Ni un príncipe de luto
afilará su daga entre los velos,
el vientre y el ombligo adolescente
de alguna favorita; no habrá nada
sino máquina y número.
Número y máquina.
Número, eternamente… repetido…
Se lotearán los bosques.
Se venderán las islas.
¿Quién asfaltará Asia…?
¿Quién pondrá un puesto
de gasolina entre las campanillas
azules y sonoras
de la Pagoda del tejado verde
y puntas levantadas…?
Se ha muerto
la fantasía y el mundo… y nada.
Se ha decretado el tedio.
El hombre-infierno sin infierno o cielo,
humo en pobre chaqueta.
Naciendo y almorzando.
Reproduciéndose
entre panales de cemento…
Muriendo sin saber.
Nicho y cuna
y en medio
unas horas de cine o de teléfono.
Escuadras de ataúdes
hacia la nada…
Ni un Dios, desnudo, arriba
Incendiando los sueños.
Ni un Rey. ¿Dónde el Profeta
apoyado en el hígado
de la ballena allí profetizando
iluminando al agua…?
aeródromos, y tenis, y aeródromos
endureciendo
la bella superficie de la tierra.
Como esa carne de las cicatrices
que no toma color, y es fría y rígida

carne.


("cómo cantaba mayo en la noche")

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