jueves, 12 de febrero de 2015

Felipe Benítez Reyes (1960 )

La pesadilla de una noche de verano


Los platos que entrechoca la sirvienta
–como en aquel poema juvenil de T.S. Eliot.

Las escobas que suenan a pasos de fantasma
–y se abre una puerta en un libro de Matthew
G. Lewis, y aparece
la Monja Ensangrentada en el pasillo.

El grifo que gotea
con la precisión metódica de un instrumento de tortura
–y esa gota de sangre en un libro de Hammett.

El insomne runrún del frigorífico
en la noche cuajada, expandiéndose
como una bacteria –y un apestado corre
por las calles de Orán si abres un libro.

El teléfono suena.
(Un personaje de Greene.) El teléfono suena.
(Te citan a medianoche en algún consulado,

te hablan de tu pasado como de un informe público.)

Y hace calor. Y suenan
todos los teléfonos de la ciudad
igual que el corazón

de un inmenso animal descuartizado.


("neorrabioso")

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