domingo, 28 de septiembre de 2014

Uriel Martínez (1950 )

El perejil


Abrí la puerta: la línea del sol
tocó los bordes del altero de poemas.
Luego abrí la ventana. La brisa
acarreó a la calle ideas malsanas.
Escombré luego el desorden
distribuido en mesas, baño, camas.
Me asomé a la luna y vi.

Abrí la puerta: con la tangente
solar, con las volutas de brisa
que tocaron rincones, saliste
silencioso de aquí. Empecé
a ordenar el desorden, emprendí
el día.

Todavía no eran las once a.m.
y la horizontal del sol tocaba
la fruta, los bordes del plato,
las hojas vivas del perejil,
la casa ordenada y sola.

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