lunes, 18 de agosto de 2014

Eduardo Chirinos (1960 )

 Dedicar un libro...


Dedicar un libro es afirmar su condición manuscrita. Un vestigio medieval que nos recuerda que antes de ser impreso el libro fue parte vital de una persona. Para el lector la dedicatoria es un gesto que borra las huellas del intercambio comercial. La prueba que garantiza el libro como suyo porque ha sido tocado por la mano del autor. Para el autor dedicar un libro es continuar escribiéndolo. No terminarlo nunca.


(fuente: Anuario mínimo [1960-2010], ed. Conaculta, col. Práctica Mortal, México, 2014.)

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