Cuaderno de insomnios
Desnuda como una maja
de goya la noche madura
jugos de podredumbre.
Como una lagartija
que intuye su cuerpo de tajo
gime ciega como el tren que pasa,
humeante.
La primavera se desprende
y cae perdida de alfileres
luego que el primer huracán
invadió sus territorios.
Como puta vieja la ciudad
es azotada de noche por aguaceros
que la dejarán, si no nueva
y sin arrugas, macerada.
Detrás de las cortinas los cristales,
arriba, lejos, las estrellas,
más abajo la brasa de tabaco,
el insomnio ingobernable.
Las oscuras imágenes de Uriel siempre revelan la potencia de la metáfora que declara, desnuda la realidad y la confronta para hundirnos en el silencio de esas tantas noches ingobernables. Un placer leer tu poesía.
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