martes, 7 de enero de 2014

Mascha Kaléko (1907/1975 )

 El célebre sentimiento

Cuando morí por vez primera
―aún sé cómo ocurrió―,

morí en silencio y fue del todo,
pasó en Hamburgo, el mes de abril,
y yo tenía dieciocho.

Cuando morí por vez segunda
la muerte me hizo daño.
Yo te dejé bien poca cosa:
el corazón batiendo en tu portón,
sobre la nieve huellas rojas.

Pero al morir por vez tercera
no me dolió ya tanto.
Tan cotidiana como el pan
y los vestidos fue la muerte.
Ya no me muero más.
 
 
(texto tomado del sitio "la mirada del lobo", traducción de Inmaculada Moreno.)

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