lunes, 28 de octubre de 2013

Donald Justice (1925/2004 )

Variaciones sobre un texto de Vallejo

Me moriré en París con aguacero…

Moriré en Miami bajo el sol,
un día en que el sol sea muy brillante,
un día como los días que recuerdo, un día como otros,
un día que nadie conoce ni recuerda todavía,
y el sol brillará entonces en las gafas oscuras de los desconocidos
y en los ojos de unos pocos amigos de infancia
y en los de los primos sobrevivientes junto a la tumba,
mientras los sepultureros, a cierta distancia, en la sombra inmóvil de las palmeras,
apoyados en sus palas, y fumando,
hablan en español en voz baja, por consideración.

Creo que será un domingo como el de hoy,
sólo que brillará el sol, la lluvia se habrá detenido,
y el viento que hoy hace que todos los arbustos se pongan de rodillas;
y creo que será un domingo porque hoy,
cuando saqué este papel y empecé a escribir,
nunca antes nada me había parecido tan en blanco,
mi vida, estas palabras, el papel, el gris domingo;
y mi perro, temblando bajo una mesa a causa de la tormenta,
levantó la vista hacia mí, sin comprender,
y mi hijo leía en silencio, y mi esposa dormía.

Donald Justice está muerto. Un domingo salió el sol ,
brillaba en la bahía, brillaba en los edificios blancos,
los coches bajaban por la calle lentamente, como siempre, eran tantos,
algunos con los faros encendidos a pesar del sol,
y al cabo de un rato los sepultureros con sus palas
regresaron junto a la tumba bajo la luz del sol,
y uno de ellos hundió la pala en la tierra
para levantar unos pocos terrones de la negra arcilla calcárea de Miami,
y esparció la tierra, y escupió,
volviendo la cara repentinamente, por consideración.


(texto tomado del blog "otra iglesia es imposible",versión de Jonio González.)

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