lunes, 26 de agosto de 2013
Milo de Angelis (1951 )
De la época de mi juventud
(Fragmento)
Recuerdo un llamado telefónico, en 1974, a una poeta de mi generación. No era tan fácil como ahora. No había celulares ni correo electrónico. Existía sólo el teléfono fijo. Y como yo vivía aún con mi familia, no quería llamar desde mi casa, quería estar solo para ese diálogo acerca de la poesía. Entonces llamé desde un bar, bien provisto de fichas, y empezamos a hablar. En cierto punto, mientras discutíamos unos versos, me di cuenta de que esa situación constituía el emblema mismo de la poesía. Estábamos allí, pendientes de la caída de una ficha telefónica, en medio del tráfago del mundo, intentando ser breves y hacerlo entrar todo en un último minuto: esa llamada telefónica, esa ficha telefónica que nos quedaba, tenían exactamente el rostro de la poesía.
(texto tomado del blog "otra iglesia es imposible")
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