domingo, 23 de diciembre de 2012

Giorgos Vafopulos (1903/1996 )

 

Edificio


En este edificio nuestros muertos
no se limitan a roncar. Tienen el privilegio
de renacer, de amar y de volver a morir.

Cada tarde suben en el ascensor, como los justos
suben camino del juicio ante Dios.
Y cada mañana bajan de nuevo, a incinerarse
en el horno de la caldera del edificio.

Por esto nuestro edificio emana un olor tan fuerte:
es el hedor que proviene de la cocina
de la muerte cotidiana. No de la otra.
Esa desprende un aroma excelso.


(texto tomado de "rima interna", de Martín López-Vega, El Cultural, traducción de él mismo.)

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