jueves, 24 de noviembre de 2011

Ricardo Piglia (1940 )

Un quilombo

A medida que la conversación continuaba empecé a darme cuenta de que había una tensión cada vez mayor entre ellos y una tendencia  de Kostia a ridiculizar las ideas de Arlt.  Estaba hablando de la literatura y cada vez que Kostia nombraba a Los siete locos fingía equivocarse. "Che", le decía Kostia. "Por ejemplo en Los siete ahorcados." Lo jodía con Andreiev. De repente Arlt, que tenía una caja de fósforos en la mano, la arrojó en dirección a Kostia y le pegó en la cara. Kostia recogió la caja con toda calma y empezó a prender fuego al mantel. Antes de que pudiéramos darnos cuenta todo era un quilombo: la mesa se había empezado a incendiar mientras Arlt y Kostia se agarraban a trompadas en medio del restaurante.


(pasaje tomado de Nombre falso, ed. Anagrama, col. Narrativas hispánicas no.322, Barcelona, 2002.)

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