miércoles, 11 de mayo de 2011

BERNARDO BERTOLUCCI (1941 )

Existen premios que provocan sentimientos encontrados a sus destinatarios, porque parecen silbar el final de una carrera o enterrar antes de tiempo a figuras que siguen muy vivas. La Palma de Honor es, sin ninguna duda, uno de ellos. Desde esta edición, el Festival de Cannes entregará cada año este nuevo galardón a directores que nunca hayan recibido la Palma de Oro, pese a haber demostrado suficientes méritos para merecerla.

Su primer receptor del galardón se llama Bernardo Bertolucci. El director italiano, que acaba de cumplir los 70 años, se presentó en Cannes subido a la silla de ruedas en la que permanece postrado desde hace un tiempo por graves problemas de espalda. Pero, pese a su visible deterioro físico, el director demostró que sigue teniendo la cabeza bien amueblada, reflejos veloces y un arsenal de anécdotas recolectadas a lo largo de una trayectoria de cinco décadas, durante las que ha dirigido películas como El último tango en París, El último emperador, Pequeño Buda o la última hasta la fecha, Soñadores.
"Nunca he ganado nada en Cannes, y eso que he venido cuatro veces. Me gusta pensar que este premio está dirigido a una secuencia formada por todas mis películas", declaró Bertolucci durante una rueda de prensa emotiva y multitudinaria. "Pero sé que no es un premio decidido por un jurado, sino por el propio festival", reconoció, dejando intuir cierta amargura. El director lamentó no haber presentado Novecento en la sección competitiva cuando tuvo la oportunidad, en el Festival de Cannes de 1976. "Me pareció injusto que ese monstruo de cinco horas compitiera con películas más pequeñas. Luego Costa Gavras, que ese año presidía el jurado, me dijo que si la hubiera presentado en la sección competitiva me habrían dado la Palma", relató Bertolucci.
El director, que el año pasado había dado su carrera por terminada a causa de su enfermedad, reveló que tiene un proyecto en la recámara: la adaptación de la novela Io e te de Niccolò Ammaniti, estrella de la nueva literatura italiana. Atento a las nuevas tecnologías, la rodará en 3D. "Vi Avatar, que me gustó, pero me pregunté por qué las tres dimensiones sólo servían para rodar terror y ciencia-ficción", explicó Bertolucci. "Me di cuenta de que, incluso en silla de ruedas, podía imaginar movimientos de cámara, en especial de dolly", ironizó, en referencia a la cámara que sirve para obtener los travellings en el cine. "En mis películas siempre hay movimientos de dolly. Debe ser por eso que he sido castigado".

De Niro entregará el premio

Bertolucci recibirá la Palma de Honor esta noche durante la ceremonia de inauguración. Se la entregará Robert De Niro, protagonista de Novecento y presidente del jurado en esta edición del festival. "Bob es muy lacónico. Veremos si consigue decir algunas palabras", bromeó Bertolucci. Unos minutos después, durante la rueda de prensa del jurado oficial, De Niro confirmaba su legendaria reputación de hombre flemático y parco en palabras, el equivalente en retórica al más estricto de los planes de austeridad. "No sé qué estoy buscando ni tampoco lo que espero de esta competición. Nos sentaremos, veremos las películas y luego ya lo descubriremos", aseguró De Niro. En cualquier caso, el actor aseguró que la misión es lo más parecido a unas largas vacaciones. "Ver veinte películas de un tirón no es algo que pueda hacer habitualmente", concluyó.


(Tuviste el privilegio de ver, en la desaparecida Cineteca Nacional, en el sexenio en que todo se fue a pique, la primera parte de Novecento, de donde un amigo tomó el nombre de un personaje para su hijo, Olmo. En el mismo espacio viste también La luna, un exquisito melodrama. Pero mucho antes habías presenciado una de las primeras proyecciones en México de El último tango en París, etcétera. Aunque no has visto Soñadores, cuando Fernando te la contó en su pueblo, la disfrutaste... Nota de Álex Vicente, Público.)

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