domingo, 20 de marzo de 2011

CARLOS PASCUAL RIP

El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, renunció ayer después de intentar sin éxito restablecer las relaciones con el presidente de la República, Felipe Calderón, rotas desde la publicación por EL PAÍS, el 2 de diciembre pasado, de una serie de despachos filtrados por Wikileaks. En ellos, Pascual ponía en duda la capacidad del Ejército mexicano para luchar contra el narcotráfico por su "lentitud y aversión al riesgo". Ayer por la tarde, primeras horas de la madrugada en España, la oficina de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, emitió un documento en el que señala que, "con gran pesar", el presidente Barack Obama aceptó la renuncia de su embajador en México.

Desde hace varias semanas, por los ambientes periodísticos y diplomáticos de México corría el rumor de que el presidente Calderón y el embajador Pascual ni siquiera se hablaban. El desencuentro se inició a raíz de la publicación de los papeles del departamento de Estado filtrados por Wikileaks. En concreto, del cable 240473, escrito por el embajador norteamericano el 17 de diciembre de 2009 -solo unas horas después de la caída del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva- y publicado por este periódico el 2 de diciembre de 2010. "Nuestros servicios", escribió Pascual, "transmitieron la información originalmente al SEDENA [Ejército], que se negó a actuar con rapidez y reflejó una aversión al riesgo que ha costado a la institución una victoria principal contra el narcotráfico". Ese párrafo enfadó sobremanera al presidente Calderón, quien, hace dos semanas, durante una visita a Washington, trató el asunto con Obama.
De la reunión no trascendió nada, pero sí de un encuentro anterior que el presidente mexicano había mantenido con periodistas y editores de The Washington Post, durante la cual volvió a expresar su malestar. Según publicó el propio diario en su web, Calderón se refirió al cable donde Pascual acusa al Ejército de ser lentos, estar mal preparados y sufrir aversión al riesgo: "Es difícil cuando ves el coraje del Ejército. Por ejemplo, ellos han perdido probablemente 300 soldados... y de pronto alguien en la embajada americana dice que no son lo suficientemente valientes".
Ya un encuentro anterior con el periódico mexicano El Universal, el presidente Felipe Calderón se refirió al embajador en términos muy duros: "Yo al embajador estadounidense no tengo por que decirle cuántas veces me reúno con el gabinete de seguridad ni qué digo; la verdad es que no es un asunto de su incumbencia. No acepto ni tolero ningún tipo de intervención. Pero la ignorancia del señor se traduce en una distorsión de lo que ocurre en México y se cae en una afectación y una molestia en nuestro propio equipo".


(Los documentos de WikiLeaks han resultado disparos de Julian Assange con varias carambolas: en este caso han redundado en la sospecha de que los militares mexicanos protegen a una facción del crimen organizado; en una desidia por enfrentar la fuerza asesina del narco -pues los soldados no están entrenados para combatirlo-; y en decenas de bajas "colaterales" de civiles que ni la debían ni la temían. Se espera que estos disparos, abiertos en distintos frentes, sigan dando en el blanco. Nota tomada del diario El País.)

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