Señor, yo no soy digno que vengas a mí, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma. Respóndeme: me acuso de estar siete horas continuas bajando música sin descanso de los distintos blogs: te aviso que he llenado unos tres mil cedés de Thierry Titi Robin y luego los he almacenado en formato eme pe tres. Estoy consciente que me faltarán oídos, horas, días, meses y años para disfrutar las composiciones de Mozar, Bach y Beethoven, máxime si la música sacra la almaceno para cada semana mayor, cada pascua y cada Día de Acción de Gracias. Pero no concibo la vida ni el más allá sin una música adecuada a cada instante de mi desdichada existencia, así pase las navidades sin leña en mi chimenea, sin la visita de Santaclós y sin piñata en mis cumpleaños.
Por la criatura que habita en mí y que cada noche pide tu gracia para los suyos, te ruego me digas si en unas semanas tendré que pagar por las descargas clandestinas que cada tarde y cada noche hago de música que de otro modo tendría que pagarla en Amazon con una tarjeta de crédito que no tengo, con unos ahorros que se desvanecen segundo a segundo en Banamex, Bancomer y HSBC. Señor mío y Dios mío ten piedad de los viudos, los huérfanos y los lobos que cada día aúllan de ti una respuesta y sólo escuchan el silencio dilatado de una tapia, la indiferencia de un viento que viene de lejos y la belleza de una tarde con pocas nubes y muchas dudas enquistadas quién sabe si en un fondo sin fondo.
Señor, si no tienes una respuesta por lo menos dime si el actor que hoy enviaste a mi negocio a contarme que era oriundo de Zamora y que a él y a su mujer los habían asaltado esta mañana, realmente no vino a contarme las muelas que ya no tengo; dime si hice mal en sólo extenderle una moneda de cinco pesos a cambio de una barra de chicles Canel's que me dijo tenían un valor de 25 y que se negó a entregarme. Confiesa si debí pedirle la devolución de mi donativo miserable y desinteresado, hazme saber si hice mal en maldecirlo por su propensión al melodrama.
Dime, mudo poderoso, si más tarde hiciste llegar a la librería empolvada que atiendo de lunes a sábado al señor Misael que se llevó en un pago al contado la filmografía del pachuco Tin-Tán, los dos cedés de música Tex-Mex y las cartas de Malcolm Lowry, aquél borrachín iluminado que vivió una temporada en Cuernavaca. Dime señor algo, no te concretes a mostarme tus llagas que cada semana mayor se vuelven parte de los atractivos turísticos de este pueblo olvidado de tu gracia, de esta tierra de bastardos con cara de yo no fuí.
Mija, no cabe duda de que eres una santa, todavia te falta aprender bajar peliculas, bajar programas o software's como, oficce, nero,ashampoo, sony vega, sistemas operativos etc, etc, y volverlos originales, asi que por favor quitate ese sentimiento de pecado y sigue bajando musica, pero ya no por 7 horas sino por 10 o 12 horas ok.
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